lunes, mayo 31, 2010

Vuelta y vuelta, doré

Ah la vuelta a la escriba canabizada!!! Ah, la algería del regreso!!!! Ahí me doy cuenta que escribí “algeria” pero como las reglas de las stoner storiesss impiden la EDICIÓN, así quedará por los fines de los timepos amén broda.

La veulta decía vuelta vuelta vuelta para escribirlo bien) de las canabizoides pseudo “historias” (dicho esto con todo el reparo e humildad posibles) es posible gracias a que bueno, estoy al pedo. Y alguna gente me hizo comentarios respecto a este blog. Y la mar en coche.

En fin.

Hoy quería ocuparme de un hecho y derecho, algo que acaba de pasarme y me hace pensar en esas olvidadeaaas de la cultura canabítica, las tucas. Las tucas salvadoras que te ayudan cuando más las necesitás. O como a mi me gusta llamarlas, las zombi tucas. Ojo que nunca dije que iba a decir algo genial, eh. Atenti.

El tema es que tengo un huevo. Kinder. O en realidad el envoltorio. No el envolotorio, esa capsulitaaa en la que vienen los regalos, me acuerdo del gorod que salía con la madre de Amara (AKA The Bitch from Hell, una de mis exes. ¿exes? ¿excess? ¿INXS?, whatever, la “bitch” en cuestión no era la madre, pa que quede claro) un gordo de 50 pirulos que coleccionaba muñequitos de kinder. Y la puta que te parió!!! (Tangalanga dixit).
El huevo kinder (más leche menos cacao) viene en esa capsulita que, ocbio, se presta a toda clase de usos contenedores ulteriores, esto séasa la guardada de cosas non snacatas, en este caso parttiuclar TUCASSSSS Y VISTE QUE VOLVI AL TEMA, EH?!?!? Tengo un huevo kinder que uso como contiene-tucas al que llamo, en un destello de originalidad uqe me derritió la mitad del cereeeebro todavía no ocupado por la botánica, “El cementerio de las tucas”.

El cementerio tiene, cual AQUEL provarbial cemen-terio (vcomo decía Zocco Patria, profe de “Shívica”) un olor producto de extendidas temporadas de uso introduciéndole cosas olorosas ()ie., las tucas).

Intento no recurrir al cementerio por esas razón. Y las tucas ahí languidecen, como testículo de chino que sabe que en algún momento se come una patada de karate. Atentas porque las odio con toda mi alma… hasta que se termina la alegría y aparece Yira Yira. En ese momento, el cementerio de tucas sabe que si abre sus tumbas, mis manos necrománticas (nec-románticas) rescatarán a alguna zombi-tuca que será safricizada ante el altar del getting high.
Que es lo que acaba de suceder, por su pollo decía Calavera India. Justo en el rebotón del bajón, una zombituca apareció para salvarme. Y para inspirar este texto del regreso. Y para decir STONER OUT.